martes, 4 de octubre de 2011

La Pericoronitis: Que es, como se trata

Durante la erupción de los dientes, la superficie oclusal se encuentra cubierta por una porción de tejido gingival.

Que se conoce como capuchón pericoronario u opérculo, el cual puede persistir después de terminar el proceso eruptivo y permanecer asintomático a pesar de que es un área con alto potencial de infección, frecuentemente traumatizada por los dientes antagonistas.

Su morfología, a manera de tapa, cubre parcialmente la cripta dentaria, dificultando la higiene bucal local y favoreciendo la proliferación de microorganismos y acumulación de irritantes.
Es uno de los motivos más frecuentes de consulta con el odontólogo, sobre todo cuando los terceros molares inferiores hacen erupción en la boca de un adolescente.
Habitualmente, en estos casos el paciente presenta dolor homolateral, el cual puede irradiar hacia el oído y limitación de la apertura bucal.

La zona cercana al diente parcialmente erupcionado suele estar cubierta por un capuchón pericoronario agrandado, edematoso y ulcerado al nivel de la superficie por el contacto que tiene con el diente antagonista y presentar gran cantidad de placa dentobacteriana.
La pericoronitis es un enfermedad bucal.
Se trata de un proceso infeccioso.
Que se observa en pacientes jóvenes, entre la segunda y tercera década de la vida por erupción de cualquier diente, fundamentalmente en los terceros molares.
Esta caracterizada por la inflamación del tejido blando que rodea el diente retenido.
Otros autores definen la pericoronaritis como la infección de la cavidad pericoronaria del molar del juicio y de sus paredes, siendo el más frecuente de los accidentes infecciosos.
Esta enfermedad es producida por el crecimiento bacteriano activo en un medio ideal, que es el espacio de tejido blando que cubre la corona del molar.
Debajo de la mucosa peridentaria existe un espacio donde hay humedad, tibieza, protección, alimentos y oscuridad, con tal ambiente el crecimiento bacteriano florece.




Origen:
Su origen infeccioso se produce a partir de los elementos infecciosos que circulan por la sangre o de los que ya existen en la cavidad.
Se admite actualmente que el punto de partida de la infección se sitúa en el espacio pericoronario: el saco que rodea la corona forma una cavidad virtual que puede infectarse al ponerse en comunicación con el medio bucal, bien directamente, por penetración a nivel del saco pericoronario.


Características:
Algunas de las manifestaciones más comunes de esta enfermedad son:
• Se presenta la mayoría de las veces en la infancia, la niñez y en los comienzos de la edad adulta, de 20 a 30 años de edad y más frecuente en zona de terceros molares inferiores.
• Un fuerte dolor.
• La inflamación se extiende a los tejidos blandos adyacentes.
• Amigdalitis y absceso peritonsilar o faríngeo.
• Puede observarse presencia de pus.
• Dificultad a la masticación.
• Escalofrío, hipertermia o fiebre
Los principios en el tratamiento de las pericoronaritis que se instauraron desde los orígenes de la humanidad, fueron la utilización de piedras, lancetas de madera, etc.
Para su drenaje, siguen aún vigentes en la actualidad, solo que la técnica ha mejorado.
Los pilares básicos a considerar en el tratamiento de las infecciones odontógenas se concretan en dos: uso de antimicrobianos y el tratamiento quirúrgico.
Con este tratamiento los objetivos a conseguir consisten en: Reponer la salud del paciente y evitar la aparición de secuelas y complicaciones.



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