La caries de biberón (conocida también como caries del lactante, síndrome del biberón nocturno), cuya característica es la presencia de caries a nivel de los incisivo superiores en niños en edad de lactancia, es considerada una caries rampante por tener un avance rápido.
Esto gracias a las condiciones y al medio en que se reproduce esta enfermedad.
Dar el biberón a los niños para que se duerman es una práctica común que puede desencadenar severos problemas de salud, como la caries rampante.
La cual es capaz de destruir parcial o totalmente la dentadura de leche hasta en dos semanas.
La caries rampante constituye entre un 60 y un 70 por ciento de los motivos de consulta.
Hacer dormir a los niños con el biberón en la boca puede ser recurso eficaz para los padres.
Pero dañino para los menores.
La leche que se queda en su boca toda la noche se fermenta, lo que es aprovechado por las bacterias para atacar a los dientes.
Cuando esta caries no es atendida, origina la paulatina pérdida de las piezas dentales.
Condiciona a los menores a contraer infecciones de garganta recurrentes y a presentar abscesos en encías.
Trastoca su capacidad digestiva y ocasiona problemas gastrointestinales.
Asimismo, al mantener residuos de bacteria en raíces de dientes de leche, produce la desviación de los brotes dentales definitivos.
Por ello el especialista subraya de erradicar el mal hábito de dormir a los menores con biberón.
Además de promover el lavado de dientes desde el primer brote.
Y señalarles poco a poco a usar el cepillo dental, perimitiendo en principio que jueguen con él para crear el hábito de la tolerancia a este objeto y a esta práctica.
El tratamiento de la caries rampante consiste en una pulpotomía que es la extracción de parte del nervio ubicado dentro de la pieza dental, denominado cámara pulpar.
Para evitar infecciones agregadas, limpiar los dientes y colocar coronas de acero-cromo que protegerán las piezas dentarias.
En la clínica se dispone de un set de coronas de siete tamaños, lo que posibilita realizar valoración y tratamiento en una sesión.
Cuando las piezas están muy dañadas se extraen y se instalan placas dentales para cubrir la función de morder o masticar.
Al tiempo que se mantiene el espacio y se evita desviar otras piezas.
Se exhorta a los padres de familia a desarrollar hábitos de limpieza dental sólidos.
Como son aplicar técnica de cepillado después de cada alimento.
Eliminar la ingestión de alimentos entre comidas y cambiar de cepillo denatl cada vez que sea necesario.
Lo recomendable es máximo a los tres meses.
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