miércoles, 14 de septiembre de 2011

Los dientes, clases, tipos y funciones

El diente es un órgano anatómico duro, enclavado en los alvéolos de los huesos maxilares a través de un tipo especial de articulación denominada gonfosis y en la que intervienen diferentes estructuras que lo conforman: cemento dentario y hueso alveolar ambos unidos por el ligamento periodontal. El diente está compuesto por calcio y fósforo, que le otorgan la dureza.





Los dientes son estructuras de tejido mineralizado que comienzan a desarrollarse desde pronta edad y los cuales nos ayudan a masticar alimentos para una buena digestión.

El diente realiza la primera etapa de la digestión y participa también en la comunicación oral.

Básicamente en el diente se pueden reconocer dos partes, la corona, parte visible recubierta por esmalte dental y la raíz no visible en una boca sana.

Los dientes, ordenados desde el centro hacia las mandíbulas son: incisivos que cortan, los caninos que desgarran, los premolares que trituran y los molares que muelen.



Partes del diente:

Esmalte dental: es un tejido formado por hidroxiapatita y proteínas (en muy baja proporción).
Es el tejido más duro del cuerpo humano. En zonas donde el esmalte es más delgado o se ha desgastado totalmente, puede ser sumamente sensible.

El esmalte es translúcido, insensible al dolor pues en el no existen terminaciones
nerviosas.

Con el flúor se forman cristales de fluorhidroxiapatita que es mucho más resistente que la hidroxiapatita al ataque de la caries dental.

Dentina: tejido mineralizado, pero en menor tamaño que el esmalte.

Es el responsable del color de los dientes. Contiene túbulos en donde se proyectan prolongaciones de los odontoblastos.

La dentina proporciona elasticidad al frágil pero duro esmalte.

Cemento dental: tejido conectivo altamente especializado.
Es una capa dura, opaca y amarillenta que recubre la dentina a nivel de la raíz del diente.
Se encarga de unir la pieza dental con el resto de la mandíbula o maxila.

Pulpa dentaria: de tejido mesodérmico está constituida por un tejido suave que contiene vasos sanguíneos (arteria y vena) que conducen la sangre hacia el diente y por fibras nerviosas que otorgan sensibilidad al diente.

Dichos nervios atraviesan la raíz (del diente) por medio de finos canales.
Su célula principal son los odontoblastos (son células tanto de la pulpa como de la dentina), éstos fabrican dentina y son los que mantienen la vitalidad de la dentina.

Los odontoblastos poseen prolongaciones conocidas como Proceso de Tomes que se
alojan en los túbulos dentinarios.

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